lunes, 8 de noviembre de 2010

LA IMAGEN HOY
Por: Cesar Augusto Campos Pacheco.

El planteamiento del presente ensayo tiene sus fundamentos en las posiciones que dos eminentes pensadores contemporáneos presentan sobre la imagen. A través de un esbozo general irán discurriendo el pensamiento de Renaud Aladin y Regis Debray.
Las tecnologías visuales y los medios electrónicos se desarrollan rápidamente comercializándose y llegando rápidamente a todos los ámbitos de nuestra sociedad. Los nuevos elementos audiovisuales presentes hoy en nuestro mundo dominan el comercio, la economía, y con mucha más razón la comunicación. Estas creaciones o elementos ayudan al desarrollo de la cultura visual facilitando por lo tanto la creación, uso y trasmisión de emblemas formativos y artísticos de la presente época.
Es evidente que hoy con mayor celeridad quedamos apresados en el universo del espectáculo, pues gracias a la tecnología cada vez percibimos con mayor realidad los sonidos, y las imágenes movidos por un argumento seductor.
Las Nuevas Tecnologías de la Imagen (NTI) nos llevan a vivir con mayor realidad las situaciones a través de la imagen y a ser coparticipes de ella porque se presenta la oportunidad de interactuar convirtiéndonos en realizadores y ejecutores de los acontecimientos. Lo anterior nos conduce a comprender la imagen hoy desde el conocimiento y partir del concepto de la misma para llegar a la producción de saberes o nuevos conocimientos.
Los avances tecnológicos sin embargo hacen que las imágenes visuales o auditivas aparezcan y se desarrollen tan rápido que desaparecen de nuestro entorno casi sin darnos cuenta. La aparición del cine o la televisión transformaron la forma de comunicación en imágenes, pasando de la grafosfera a la videosfera y más aun con la aparición de la imagen digital que permite realizar viajes virtuales, proyectando una forma diferente de observación que va del deleite a la distracción.
En nuestros días los medios de comunicación son una especie de artefacto que obstaculizan el enriquecimiento del sujeto y terminan por convertir a la imagen en el inconsciente de la sociedad de consumo, tratando al sujeto y al objeto como si fuera la mercadería del entretenimiento y es allí donde la imagen se convierte en un bien común especifico, que se pude consumir pero no apropiarse de ella.
Cuando al ser humano se le quita la capacidad de enriquecimiento se pierde la diferencia entre sujeto y objeto, pues no se presenta una concentración relativa de la realidad y solo queda una imagen simplemente distintiva. Cuando esto sucede la imagen llega a convertirse en la imitación del modo de hablar, gesticular, es decir del lenguaje; qué en este caso puede ser comprendido pero no demostrado y por lo tanto la imagen perdería esta característica.
Lo anterior podría ocasionar una disolución entre lenguaje e imagen, pues aunque es bien sabido, que presentan características diferentes nacieron simultáneamente, sin embargo es esta peculiaridad la que permite perder sus fines y revelan una realidad en la que el encargo es el mismo destinatario influido por un objeto sin interpretación.
En nuestros días los medios de comunicación son una especie de artefacto que obstaculizan el enriquecimiento del sujeto y terminan por convertir a la imagen en el inconsciente de la sociedad de consumo, tratando al sujeto y al objeto como si fuera la mercadería del entretenimiento y es allí donde la imagen se convierte en un bien común especifico, que se pude consumir pero no apropiarse de ella .
Cuando el ser humano se le quita la capacidad de enriquecimiento se pierde la diferencia entre sujeto y objeto, pues no se presenta una concentración relativa de la realidad y solo queda una imagen simplemente distintiva. Cuando esto sucede la imagen llega a convertirse en la imitación del modo de hablar, gesticular, es decir del lenguaje; qué en este caso puede ser comprendido pero no demostrado y por lo tanto la imagen perdería esta característica.
Lo anterior podría ocasionar una disolución entre lenguaje e imagen, pues aunque es bien sabido, que presentan características diferentes nacieron simultáneamente, sin embargo es esta peculiaridad la que permite perder sus fines y revelan una realidad en la que el encargo es el mismo destinatario influido por un objeto sin interpretación.
Cuando la imagen ha hecho tránsito por el anterior proceso su valor se ha devaluado en los medios y pasa a ser una forma simplificada de los símbolos que forman parte de esos mismos medios y posiblemente terminara convirtiendo al sujeto y al Objeto, en la materia que sirve como intermedio entre el mensaje y la ganancia.
El ser humano se convierte en esclavo del consumismo perdiendo de esta manera su particularidad individual y su carácter sublime para reconocerse como tal en el colectivo.
En la actualidad la imagen ha venido ganando nuevos valores a pasos agigantados, quizás este involucionando a una de las primeras etapas; la de ídolo, en la cual el enriquecimiento del sujeto es cancelada. Por lo antes mencionado es que la imagen de la mano de las NTI, ha venido creando nuevos ídolos.
Por otro lado Regis Debray no realiza una representación cronológica de acontecimientos históricos, ni siquiera un inventario de las operaciones que se han considerado como un oficio según diferentes castas; sino que efectúa un estudio transversal que aproxima a la forma como la imagen ha venido comunicando al ser humano en múltiples y diferentes periodos de su existencia, los efectos que la imagen ha podido ejercer en su desarrollo y de qué forma se presenta la interrelación entre imagen y espíritu permitiendo de esta manera modificaciones entre el creador y sus creaciones.
Debray, en su discurrir analítico franquea por diferentes épocas entre otras por la historia del arte, la historia delas religiones y la historia de las técnicas, para ubicarnos en cada uno de dichos aspectos históricos y darnos a conocer nuevos métodos para estudiar el arte y la religiosidad.
En un fragmento de su texto ahonda en los orígenes de las imágenes, poniendo paradójicamente sus inicios en el enigma que personifica para el ser humano la muerte .Es evidente que toca temas religiosos desde el punto de vista del contexto histórico, en cada una de las etapas de la historia de la comunicación; en la logosfera de la magia a la religión, en un tiempo cíclico, y en la grafosfera de lo religioso a lo histórico, en un tiempo cíclico.
Lo anterior solo es una forma de expresar de manera tangencial como cada uno de los pensadores nos lleva por las diferentes posiciones de la historia de la comunicación y del conocimiento para mostrarnos como perciben la importancia de la imagen y la forma como esta ha venido evolucionando a través de las diferentes épocas, desde la logosfera hasta la videosfera, utilizando todos y cada uno de los elementos de acuerdo a los contextos históricos.


BIBLIOGRAFIA.
Renaud, Aladin, Lectura Nª 1 “Comprender la Imagen Hoy. Nuevas Imágenes, nuevo régimen de lo visible, nuevo imaginario”. Material Compilado por Álvaro Cuadra R y Carlos Ossa S.
Debray, Regis, Lectura Nº 3 . “Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en occidente”, Modernidad y Comunicación. Material Compilado por Álvaro Cuadra R y Carlós Ossa S.

martes, 2 de noviembre de 2010

ILUSTRACION, CONDICION HUMANA Y CRÍTICA DE LA OPINION PUBLICA
Por :Cesar Augusto Campos Pacheco


El surgimiento y desarrollo tecnológico, y en consecuencia la globalización, en la actualidad justifica que la cultura sea una mercancía. El mundo moderno coexiste con deleite con las industrias culturales de las cuales las sociedades actuales demandan cada vez más productos que son elaborados a partir de características que sirven como modelo para satisfacer a la sociedad de consumo; frente a las relaciones de los seres humanos y la esfera pública y privada, hacen énfasis en el canje esencial que presume la modernidad frente a períodos anteriores por la forma de concebir lo privado, lo público, lo político y lo social. Lo anterior es planteado por cada uno de los pensadores que a continuación se mostrara de manera tangencial.
El escrito a cuatro manos entre Adorno y Horkheimer, titulado “La Dialéctica de la Ilustración”,es un estudio crítico de la dialéctica del desarrollo y ferocidad en la cual se encuentra inmersa la historia de la humanidad.
Es indudable que el hombre de la actualidad ha venido acoplándose a una manera determinada de opresión, y que de forma sensata o insensata se representen como una forma de unidad y precisión camino al progreso. Es cierto que el desarrollo del trabajo es una manera incluyente que patrocina el dominio como algo inevitable e inviolable. Las relaciones del capitalismo exigen herramientas que reclamen la dominación. Adorno y Horkheimer creen que estas herramientas deben ser representadas por sistemas filosóficos.
Para Adorno y Horkheimer, lo que plantea Hegel con base en la negación establecida es muy afín al problema que igualmente plantea la Ilustración; es decir la mediación y la inclinación a establecer la unidad. En el desarrollo del análisis los dos autores diseñan una analogía competente para mostrar estas representaciones sobreentendidas de reproducción. Es necesario mostrar aquí la forma en que Hegel facilita sentido a esta concepción de la negación determinada para luego exponer la semejanza con el transcurso de la Ilustración.
La tesis de Adorno y Horkheimer indica el camino de la dialéctica de Hegel, constituida por la negación determinada. Afirman ellos que el segmento concluyente del asunto es lo que determina que la dialéctica de Hegel termine dilapidando los logros alcanzados frente al positivismo y que de esta manera acabe creando una reincidencia en la mitología; cuestión esta que sería censurable en el método hegeliano pero con mayores consecuencias en el propósito de la ilustración.
Adorno y Horkheimer, afirman que la negación establecida, concebida bajo la obscuridad de la mediación, está destinada a la mitología, es decir a esta manera semejante al proceso capitalista de reproducirse y que personifica una perspectiva de lo otro como algo apocalíptico que hemos de sistematizar.
Uno delos textos más importantes de Hannah Arendt, es sin lugar a duda, La Condición Humana. Aquí desarrolla los planteamientos básicos en un intento de análisis ontológico del ser humano, tratando de replantear la pregunta formulada por Immanuel Kant: "Qué es el hombre" desde una fenomenología más separada y no-holista. De hecho, la Condición Humana parte de una voluntad que se ha denominado "Realismo respetuoso" que, en contra de una imagen integral y teórica de la Filosofía, intenta exclusivamente describir la Realidad en sus prácticas fundamentales. Esta energía, le hace apropiarse de otra visión fundamental: "el pensamiento mismo nace de los acontecimientos de la experiencia viva y debe mantenerse vinculado a ellos como los únicos indicadores para poder orientarse" ; a la práctica supone un rechazo de la "Filosofía Política" -así como de las Ciencias Sociales- como tal y una auto-designación como hipótesis de la Política.
Es necesario mencionar que Arendt establece tres dimensiones básicas de la Condición Humana: labor, trabajo y acción. Estas dimensiones son propias de todo sujeto en cualquier sociedad, por dilación o negligencia.
Arendt propone que por medio de las tres condiciones básicas de la condición humana, la política se dignifique, y de ese modo pueda estar atenta a los intereses públicos; y menciona que tenemos o debemos tener la libertad para consentir o no el determinismo histórico. La posibilidad de cambio coexiste, para cimentar una vida pública más auténtica, depende de nosotros ayudar a que este cambio se provea, solo de esta manera será posible conseguir una nueva forma de existir, una nueva realidad.
Según lo plantea Habermas la esfera o el espacio de la opinión pública no puede concebirse como institución y, menos como formación, pues no es un esqueleto de criterios que establece diferencia entre aptitudes y funciones, con regulación de las situaciones de pertenencia; no representa por lo tanto un sistema; aunque permite de alguna manera caminos íntimos de límites, definidos por horizontes abiertos al exterior.
El espacio de la opinión pública puede describirse como una trama para la comunicación de contenidos y tomas de actitud, o sea de ponencias, y en él los flujos de comunicación quedan destilados y condensados de tal forma que se sintetizan en opiniones públicas ligadas alrededor de contenidos específicos.
Son los pueblos los "portadores del espacio público”, por lo tanto en este pueden y deben pronunciarse sobre diferentes tópicos en los más disimiles esferas de su privacidad. La forma de realizar lo anterior es mediante la interrelación comunicativa diaria producto de la facilidad general de los lenguajes; lo que provoca demostraciones, predominios y ponencias. La opinión pública se puede manipular, sin embargo esto puede ocasionar la perdida de la realidad propia de los sujetos, es decir el sentido de sus vidas y su sometimiento en un mundo imaginado cooperado, aun corriendo el riesgo despojarse al valor de una legalización racional.
Habermas afirma que el espacio del libre juego de la opinión pública es el motor de la política democrática en un sentido real práctico y en un sentido legal. El discernimiento de sus características y eventos permite modificar aspectos procedimentales. Propone Habermas un patrón de estrategia deliberativa para prevalecer sobre las debilidades de las democracias actuales. En este modelo "la soberanía popular" ocupa un lugar central en los requerimientos procedimentales que se deben requerir para la legalización de las prácticas y las decisiones políticas.
Para finalizar, es importante mencionar que solo se realiza una pequeña muestra de la posición de cada uno de los pensadores que algunas veces coinciden en sus planteamientos sobre el ser social y las relaciones de las sociedades humanas con la política y modos de producción en la actualidad.

BIBLIOGRAFIA
Kant, Inmanuel: “¿Qué es la ilustración?” En ¿QUÉ ES LA ILUSTRACIÓN?
Madrid, España, Editorial Tecnos, 1993.
Hegel, G.W.F: PRINCIPIOS DE LA FILOSOFÍA DEL DERECHO. Barcelona,
España, Edición Edhasa, 1988.
Habermas, Jürgen: HISTORIA Y CRÍTICA DE LA OPINIÓN PÚBLICA. Barcelona,
España, Ediciones G. Gili, 1994.
Arendt, Hannah: LA CONDICIÓN HUMANA. Barcelona, España, Ediciones
Paidós, 1996.
Adorno; Horkheimer: DIALÉCTICA DE LA ILUSTRACIÓN. Madrid, España,Editorial Trotta, 1994.

sábado, 30 de octubre de 2010

LA POSTMODERNIDAD: NEGACION DE LA RAZON
Por: Cesar Augusto Campos Pacheco

El propósito del presente escrito es el de abordar el tema de la postmodernidad, que bien podría concebirse como una profundización y prolongación de los principios inspiradores de la modernidad.
Se puede afirmar que la postmodernidad es un conjunto de propuestas y denuncias acerca del estado actual de las sociedades. Denuncia las mercancías y resultados del ‘Proyecto moderno’, al mismo tiempo que presenta la categórica afirmación de un patrón económico neocapitalista liberal y multicultural. Sin embargo la postmodernidad no es un anónimo tipo social, ni mucho menos una propuesta especulativa, sino que descubre una situación de nuestros días, que puede ser utilizada como guía para demostrar determinados fenómenos sociales.
El Postmodernismo expone las ideas de pensadores como Jean François Lyotard, Fredric Jameson y Perry Anderson, entre otros. Así, la Postmodernidad representa una ruptura con la sociedad moderna, ya que ésta sobreviene tras la modernidad; razón por la cual resulta difícil diferenciarlas sin apelar a fuentes necesariamente filosóficas y estéticas.
En consecuencia, la Postmodernidad representa el fin de la modernidad o el fracaso del proyecto moderno. Esta representación es una imagen melancólica y crítica de la sociedad. La modernidad se consideraba altamente racional y rígida, mientras que la postmodernidad parece más irracional y flexible.
Son muchas las características que definen a la postmodernidad, sobre todo en los énfasis que se tienen en algunos valores, algunas perspectivas que tendieron a ser absolutas en la modernidad. La Postmodernidad propone: una nueva ética y nuevos énfasis éticos; una estética que crea sus propias leyes, ignorando las leyes de otras propuestas estéticas. La crisis de la racionalidad moderna produjo una ética hedonista, del placer por el placer. Hay una aceptación de un pluralismo Ético. La ética del todo vale se instala en los corazones de los hombres. La postmodernidad es un estado de ánimo, el resultado de un desengaño.

La pérdida de confianza, la falta de compromiso, la desesperanza, la falta de valores homogéneos que mantengan el equilibrio tanto social como individual son quizás las características más relevantes de la condición postmoderna. Pareciera desde esta perspectiva que las grandes esperanzas depositadas en la Ilustración están siendo objeto de distintas críticas bajo diferentes enfoques , la ciencia ya no entrega las ilusiones que una vez prometió, la verdad es la misma lo que cambia es la utilización de ésta.
En general, no existe un gran acuerdo entre los autores en torno a la descripción de la sociedad postmoderna, pero Lyotard la ejemplifica de la siguiente manera: “El eclecticismo de la cultura general contemporánea: escuchamos reggae, vemos una película del oeste, vamos a almorzar a McDonald y a cenar a un restaurante local, llevamos perfume parisino en Tokio y ropas ‘retro’ en Hong Kong; el conocimiento es un asunto de los concursos televisivos. Es fácil encontrar un público para obras eclécticas. Convertido en kitsch destinado para el gusto popular, el arte alimenta la confusión que reina en el gusto de los patrones. Los artistas, los propietarios de las galerías de arte, los críticos y el público nadan juntos en el ‘todo vale’ y la indiferencia reina en nuestra época”.[1]
La teoría postmoderna se exterioriza en una extensa multiplicidad de campos como el arte, las comunicaciones, la filosofía, y las relaciones sociales, entre otras. Lyotard, señala que se carece de una teoría para explicar la realidad y las características de la sociedad. El autor se preocupa principalmente del Conocimiento. Para él existen dos formas de saber: el científico y el narrativo. En estas dos formas los ‘juegos de lenguaje’ presentan concepciones diferentes en el saber científico y narrativo. El saber narrativo adquiere importancia al ser transportados de generación en generación, llegando a considerársele como el fundamento del conocimiento vulgar o tradicional.
Otro de los pensadores, Fredric Jameson, plantea que la postmodernidad en tanto que pensamiento, se puede observar como “un síntoma de los cambios profundos que tienen lugar en nuestra sociedad y su cultura como un todo”; plantea además que la postmodernidad admite la representación de una serie de elementos, sociales, culturales e históricos que se relacionen con los subconscientes políticos en el proceso de dominación y subversión.
El lenguaje escrito parece ir perdiendo espacio frente a los diferentes medios de comunicación como la radio, la televisión o el video y aún más frente a la internet que cada día es más usada para adquirir información, diversión o cultura. El mundo en red se encuentra desmesuradamente presente en la postmodernidad, púes se refleja como el resultado inmediato del éxito del igualitarismo en que todo es igual a todo y con gran facilidad todos se conectan con todos. Lo anterior lleva a que las relaciones humanas sean cada día más secretas o incógnitas y se vean mediatizadas por el mercantilismo de la era económica vigente, lo que a su vez dificulta el contacto personal, ya que hoy ya nadie “conoce” a nadie o sencillamente los unos ignoran a los otros; ejemplo de ello es que casi todos los días frecuentamos los mismos lugares por cercanía al trabajo o al estudio, y nos encontramos con las mismas personas; casi siempre, sin embargo paradójicamente ninguno se decide a entablar una conversación o inclusive un simple dialogo, aun tratándose de personas “conocidas”, cada uno pendientes solo de llegar a su destino. Pareciera ser que aplicamos el viejo adagio que dice: “¿Para dónde va Vicente?, Para donde va la gente”
Las constantes dificultades por las que atraviesan los bienes artísticos que trascienden y reflejan la posmodernidad están relacionados con las masas de consumo, porque deben utilizar lenguajes de fácil percepción y para ello recurre a la televisión o al uso del video .Sin embargo los referentes culturales se han venido transformando lo que a la vez ocasiona un cambio en historia.
La postmodernidad entre otras tantas cosas se caracteriza por el desarrollo de elementos sin tratados legales y ello conlleva a una crisis de la historicidad, lo que se ve reflejado en los constantes cambios del conocimiento histórico; hoy no existe relación con elementos sociales auténticos y las experiencias de la cotidianidad. Una cosa es lo que muestran los medios de comunicación, permeados por la excesiva comercialización; que de una u otra forma distorsiona los hechos o los acomoda según sus intereses políticos o económicos; y otra los mensajes que deberían traer en beneficio de la sociedad. Jameson entiende que como toda base económica, esta nueva época debe manejar e ingeniarse a la vez una serie de valores que la sociedad registre y edifique, como un sello de las actividades intelectuales y que se refleje en la sensibilidad de la época actual en cada una de las manifestaciones del arte.
Por otro lado para Perry Anderson la concepción de postmodernismo se fue desarrollando desde la naturaleza estética hasta la naturaleza histórica; pues indagando en Los orígenes de la posmodernidad, concluyó que, contra el supuesto convencional, el término e idea de lo “posmoderno” que supone familiaridad con lo “moderno”, no nació en el centro del sistema cultural de su tiempo, sino en la lejana periferia: “no provienen de Europa ni de los Estados Unidos, sino de Hispanoamérica”. [2]
El posmodernismo hispanoamericano surgió como una reacción al agotamiento de las posibilidades poéticas del modernismo, cuyo mayor representante fue Rubén Darío, siendo Federico De Onís, crítico literario amigo de Unamuno y Ortega y Gasset, quien acuñara el término. Más, este posmodernismo sólo fue una corriente literaria parecida de la corriente modernista restringida a los estudios literarios hispanoamericanos.
Finalmente es necesario concluir que la posmodernidad no trata de componer la historia desde una mirada realista, sino más bien de utilizar los símbolos antiguos como una herramienta sentimental que contribuya a su desarrollo.
Además la postmodernidad se caracteriza por el desarrollo de elementos sin tratados legales y ello conlleva a una crisis de la historicidad, lo que se ve reflejado en los constantes cambios del conocimiento; hoy no existe relación con los elementos históricos y las experiencias de la cotidianidad.
Por tanto, la postmodernidad no es más que una crítica emprendida por distintos sectores y pensadores por descubrir la falta de relación entre los ofrecimientos hechos por la Ilustración, la felicidad es la eterna meta o una realidad tangible. Así en la sociedad postmoderna lo que sucede es que los grandes metarelatos no tienen credibilidad, por lo que se dice que hay una crisis de metarelatos.(para Lyotard los "metarelatos", como la democracia, el proyecto político y social del estado, la personificación masiva del sujeto, la liberación por medio de la ciencia,etc.).



Bibliografía
Perry Anderson. “Preliminares” y “Cristalización”. En Los orígenes de la posmodernidad.
Jean-François Lyotard. "La condición posmoderna".
Fredric Jameson. “Las antinomias de la postmodernidad”.

[1] Lyotard Jean Francois, “La Condición Postmoderna- informe sobre el saber”, 4° edición, 1989, p. 76.
[2] Lectura Nº1 Anderson, Perry. “Preliminares”, y “Cristalización”. En los Orígenes de la Postmodernidad,pag 125.Material Modernidad y Ciencias Sociales. Compilado por Miguel Valderrama.